El Counseling es una profesión de ayuda que, tomando elementos de la Psicología Humanista, asiste a personas en momentos de crisis y cambio. Este enfoque, creado por Carl Rogers, se centra en la persona, no en la problemática; y apunta a crear salud, no a curar enfermedad. Por un lado, se trata de una relación de ayuda para afrontar y solucionar problemas; pero también es una relación que interviene en situaciones de dificultad, con una importante valencia preventiva.
El Counseling centrado en la persona considera al individuo en todas sus dimensiones: física, intelectual, social, emocional, espiritual y religiosa. Su función es acompañar en un sentido holístico, brindando apoyo, guía, asesoramiento y asistencia; respetando en todo momento el derecho del consultante a tomar decisiones con su propio sistema de valores, recursos personales y capacidad de autodeterminación.
El Counseling confía en la riqueza del ser humano y en sus posibilidades para encontrar en su interior las herramientas necesarias para autoayudarse y tomar una dirección. Es por esto que ayuda a clarificar la realidad de la persona, favoreciendo el desarrollo de sus propios recursos y capacidades, con el objetivo de reorganizar, resolver, cambiar o integrar alguna situación que lo perturbe.
De esta forma, el counselor también funciona como un facilitador de despliegue de las capacidades instrínsecas de cada individuo, propiciando el encuentro con el sentido de la propia vida y favoreciendo la satisfacción de las necesidades de autorrealización propias de cada ser humano.